Existen muchas sustancias peligrosas y productos químicos utilizados en la industria que pueden ser nocivos, no sólo por sí solos, sino también en contacto con otros productos con los que pueden reaccionar y generar peligro para nuestra integridad.
Productos que deben ser correctamente almacenados
Es por eso que para evitar accidentes lo mejor es un almacenamiento prolijo y correcto para evitar serios accidentes que afectarían tanto a las personas que se encuentren cerca como al medio ambiente.
En este artículo te detallaremos las precauciones que hay que tener a la hora del almacenamiento de sustancias peligrosas y detallaremos los contenedores de alta calidad que pueden ser utilizados para cada sustancia y evitar riesgos.
Para empezar, sería importante que establezcamos y reconozcamos los productos que tenemos que almacenar, ya que hay unas normas de separación de productos que pueden reaccionar entre sí o con el entorno en el que se encuentran.
Si no almacenamos estos productos de manera correcta, es decir, no adaptándonos a las características del producto, este se puede modificar y degradar volviéndose más peligroso para su uso posterior.
Hidroscópicos
Estos productos emiten gases altamente inflamables si entran en contacto con la humedad, de la misma manera que los metales alcalinos y sus hidruros, por lo que un lugar libre de humedad es el ambiente propicio para su almacenamiento.
Peroxidables y pilimelizables
Estas sustancias son fotosensibles, es decir que deben ser protegidas de la luz. Los compartimentos cerrados en los que no ingrese ningún tipo de claridad son los lugares recomendados.
Sublimables y peroxidables
En este tipo de sustancias lo conveniente es mantenerlas alejadas de toda fuente de calor, por lo que un ambiente fresco y seco será el lugar indicado para su almacenamiento.
Cristalizables y gelificables
El frío es el principal factor de riesgo para este tipo de sustancias. Lo mejor es no exponerlos a temperaturas demasiado bajas.
Oxidables, peroxidables y polvos metálicos
Estos deben ser envasados de manera hermética, ya que todo contacto con el oxígeno del aire puede ser perjudicial.
Realiza un inventario de riesgos
En materia de almacenado de sustancias peligrosas debemos ser lo suficientemente ordenados como para evitar accidentes. Es por eso que un inventario de riesgos es la forma de tener en claro cuáles deben ser los mecanismos de prevención para cada sustancia.
En este caso también podremos destacar los volúmenes de almacenamiento, las frecuencias de entrada y salida de los productos y el tamaño de los lugares donde los debemos almacenar.
Para llegar al correcto equipo de almacenamiento podemos discriminar en grandes grupos a los productos que se utilizan con mayor frecuencia de los que son más propensos a reaccionar entre sí.
De esta manera podremos separar entre productos con poco riesgo, productos fitosanitarios, productos corrosivos, productos inflamables y productos químicos. Es muy importante ser preciso en el vocabulario que utilizamos a la hora de etiquetar, para no confundir semánticamente los productos y por lo tanto no darnos cuenta de sus riesgos.
Utilización de envases de calidad
No solamente los envases tienen que ser de la calidad precisa, sino que además se debe realizar una observación constante del estado de los mismos junto con el estado de sus etiquetas, para siempre saber qué sustancia hay en su interior.
En el caso de los envases de plástico, luego de cinco años de contener una sustancia puede presentar alteraciones, por lo que es recomendable que en sus etiquetas figure la fecha de envasado y realizar el trasvase preciso antes de que ese lapso de tiempo se cumpla.
Ya sean de vidrio o de plástico no es recomendable llevarlos en la mano a la hora de transportarlos, sino que será más seguro colocarlos primero en recipientes de seguridad y luego moverlos de su lugar.
Los frascos de vidrio, ya sean transparentes o de color ámbar, suelen ser los más seguros para casi todos los productos químicos, pero en este caso, con lo que deberemos tener máximo cuidado, es con evitar su ruptura.
Igualmente en la actualidad es muy frecuente que este tipo de productos vengan envasados en recipientes plásticos y sus fabricantes suelen recomendar que se conserven en su envase original.
Pero en el caso de que se necesite imperiosamente trasvasar los productos de su recipiente original o si quieres sustituir el envase de vidrio por ser frágil en el mercado existen recipientes en acero inoxidable o en polietileno resistente que aportan la mayor seguridad para almacenar sustancias.
Un buen ejemplo es utilizar un contenedor IBC para transportar mercancías peligrosas, ya que suponen un aislante perfecto y la protección recomendada según los estándares europeos.
Sitios para almacenar productos peligrosos
Algunas especificaciones son necesarias para que el lugar de almacenamiento sea el propicio.
Por empezar, sus paredes no deben presentar ningún tipo de humedad y deben contar con aireación y luz natural, aunque no deben estar expuestos directamente a la luz solar.
De la misma manera, el acceso a estos sitios debe ser de acceso restringido, y es indispensable la señalización, las estructuras incombustibles y contar con extintores o gabinetes hidrantes en por si sucede algún tipo de accidente.
Estos extintores tienen que ser los correctos acorde a las sustancias químicas que allí se albergan. Es decir, un producto que reaccione mal al agua no debe ser extinto precisamente con agua.
Los productos deben estar debidamente espaciados entre sí y por cualquier eventualidad se debe contar con salida de emergencia, sistema de alarmas, kit de absorbentes y duchas lavaojos entre otros.
Cuanto más medidas de seguridad tengamos mejor será la prevención de accidentes.
En conclusión, la calidad de los contenedores que utilicemos, sumado a mantener todas las medidas de seguridad acordes a los productos que estamos manejando son esenciales para prevenirnos a nosotros mismos y a nuestro medio ambiente. No repares en gastos a la hora de estar bien seguro.